Hidratación en Supervivencia: Cuanto beber y como tratar el agua

No es difícil comprender la importancia del agua para nuestra supervivencia cuando interpretamos que casi el setenta por ciento de nuestro organismo se encuentra formado por agua según las ciencias médicas. La deshidratación es el fenómeno causado por la ausencia del consumo de este vital liquido y tiene consecuencias devastadoras para el ser humano llegando a causar incluso la muerte de las personas en aquellos que no consumen este líquido durante más de 3 días.

Ahora bien, sabemos que en situaciones de supervivencia el suministro de agua puede estar notablemente comprometido y a pesar de que poseamos reservas de este líquido, es vital para todo prepper encontrar la forma de abastecerse de agua y consumir de forma apropiada y planificada las reservas de agua con las que se cuenta.

Los niños y los adultos mayores o ancianos son los más propensos a padecer las consecuencias de la deshidratación luego de un periodo prolongado de no consumir agua, por lo que en nuestro refugio debemos priorizar el suministro de agua para este grupo con mayor riesgo.

El agua nos ayuda en una gran cantidad de procesos celulares que lleva a cabo nuestro organismo para mantenernos con vida, ya que ofrece la termo-regulación necesaria de nuestra temperatura a través de la sudoración, aporta los minerales básicos que necesitamos, colabora en la eliminación de desechos y residuos del organismo con la producción de orina y contribuye al mantenimiento de la cantidad de sangre total de nuestro cuerpo.

¿Cuánta agua necesitamos beber diariamente?

Como hemos mencionado anteriormente, cuando una situación o suceso catastrófico nos hace afrontar un contexto de supervivencia, es importante tener un consumo adecuado y estricto del agua para saciar las necesidades básicas del organismo y no derrochar la misma, por ello, es necesario conocer cuál es la cantidad de agua que diariamente necesitamos.

En los adultos, las necesidades diarias hídricas pueden calculares con 35 ml de agua por kilo, lo que significa que, si un adulto pesa alrededor de 80 kilogramos, su requerimiento diario de agua es de alrededor de 2800 ml o casi 3 litros de agua. Para un niño aplica la misma fórmula con la excepción de que estos requieren mayor cantidad de agua, por ello multiplicaremos 50 ml por cada kilogramo del niño, obteniendo entonces que un niño de 15 kg necesita 750ml de agua al día.

Las medidas anteriormente descritas son requerimientos hídricos en circunstancias normales o de reposo, ya que si nos encontramos realizando alguna actividad física aumentan considerablemente la necesidad de consumir agua.

Formas rápidas y sencilla de potabilizar el agua

A pesar de que contemos con una cuantiosa reserva de agua para afrontar contextos de emergencia o desastres naturales, es probable que si la crisis se prolongue nuestras reservas de agua mermen hasta agotarse por lo que tendremos que emprender la búsqueda de agua. Existen muchas fuentes de agua que podemos aprovechar, no obstante, la gran mayoría poseen aguas no aptas por el consumo humano, no obstante, para ello existen una serie de recursos y técnicas para potabilizar el agua como lo son:

• Potabilizar el agua con el uso de pastillas purificadoras que en cuestión de segundos generan una reacción que purifica el agua recolectada.
• Llevar el agua hasta la temperatura de ebullición de este líquido nos garantiza que las bacterias y parásitos serán eliminados a medida que hierve el agua.
• Para las aguas turbias podemos utilizar el método de decantación que consiste en dejar reposar durante algunas horas el agua para que los sedimentos y residuos se depositen en el fondo del agua, de esta forma podemos filtrar la misma.
• El cloro es un excelente purificador y potabilizador del agua.